Alerta Noticias: Momias y geoglifos de 2.700 mil años en Quillagua, un pueblito del desierto de Atacama
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Momias y geoglifos de 2.700 mil años en Quillagua, un pueblito del desierto de Atacama

Momia de Quillagua, pueblito a 280 kilómetros de Antofagasta, en el Desierto de Atacama ( Fundación Desierto de Atacama)

Las historia de Quillagua, el lugar más seco del Desierto de Atacama, en el norte de Chile fue investigado por un grupo de arqueólogos voluntarios, quienes testificaron la presencia de numerosas momias y más de 500 geoglifos de hace aproximadamente 2.700 y 3.000 años. Mismas que se espera hagan revivir a los pobladores dejados en el olvido.

El pueblo a orillas del río Loa, fue uno de los más prósperos, pero esto cambió drásticamente cuando hace más de diez años lo arrasara la contaminación minera e hiciera migrar a sus pobladores.

A pesar de que la vida se destruyó y con ello la economía, hoy un equipo de la Fundación Atacama, institución liderada por el arqueólogo Gonzalo Pimentel, está destacando el valioso patrimonio prehistórico e histórico que cuenta la región. Se catastraron un total de 173 piezas en el Museo del pueblo, y en los alrededores, 80 invaluables sitios arqueológicos.

Antes del desastre ecológico, en el oasis verde había una rica cosecha de maíz y alfalfa, y la pesca de camarones de río y de pejerreyes.

Se enviaba “tres a cuatro camiones semanales de farro de aquí a Tocopilla cuando llegaba ganado de la producción de Argentina”, explicó Miguel Palape en un video reportaje “Las Cruces de Quillagua”, al describir el pasado del pueblo cuando era el mayor productor de alfalfa del norte de Chile.

La Comunidad de indígenas Aymara de Quillagua y un grupo de arqueólogos y antropólogos trabajan desde 2013 en un Plan de Recuperación Patrimonial para la localidad, en una iniciativa que cuenta con el patrocinio del Colegio de Arqueólogos de Chile, informó Ximena Cifuentes, Encargada de Comunicaciones de la Fundación Desierto de Atacama, en conversaciones con La Gran Época.

A unos 280 kilómetros de Antofagasta, cerquita del pueblo en medio del desierto se encuentran centenares de geoglifos con figuras que miran el cielo, los restos humanos momificados muy bien conservados y una zona de cráteres de grandes dimensiones, que atrae a turistas e investigadores de todo el mundo.

Los científicos voluntarios hicieron en los meses pasados un catastro completo de los muchísimos objetos que hoy están en el museo del pueblo, que se encuentra al final de la calle principal de la localidad.

En el Museo Municipal Antropológico de Quillagua que por ahora “abre, sólo si se tiene la suerte de encontrar a una anciana y amable lugareña, quien ha quedado a cargo”, explicó Ximena Cifuentes, sobre sencillos pupitres escolares se exhiben sus grandes y antiguos tesoros.

“Van desde puntas de proyectiles arcaicas, ajuares funerarios, textiles andinos, hasta los cuerpos humanos naturalmente momificados”, agregó.

Una de las conservadores que participó, Javiera Gutiérrez exlicó que limpiaron las piezas arqueológicas y las protegieron con telas permeables, pero advirtió que es urgente implementar medidas de acorde con el valor de éstas, según cita la Fundación en su reporte.

Ximena Cifuentes relató que alrededor de 500 geoglifos que hay en la región, están en la famosa ruta por la cual fluía desde 700 años a,C, un continuo peregrinaje con las caravanas que unían el oasis de la que hoy es la ciudad de Calama, con Quillahua y luego, la costa de Pacífico en Tocopilla.

Se distinguen entre ellos los geoglifos de La Encañada, Posadas, Río Loa y Chug Chug, que datan entre los 1500 años a.C y 1500 d.C; y los petroglifos de Calartoco, que se remontan entre los años 900 y 1500 d.C.

Vista aérea de Geoglifos Chug chug

Estos caminos eran usados por viajeros del antiguo mundo andino que recorrían desde el altiplano hacia la costa y viceversa para intercambiar sus productos. Desde el año 900 en adelante se encuentra el mayor número de muestras.

“Por aquí pasaron el Rey Inka, la expedición del conquistador Almagro, los ejércitos peruano, chileno boliviano en la guerra del pacífico, hasta arrieros argentinos que trasladaban el vacuno hacia Tarapacá en tiempos de la industria salitrera”, describe la Fundación.

Respecto a los cráteres en el desierto del vecindario, estos “alimentan la imaginación sobre una lluvia de meteoritos cayendo en la zona”, destacó Ximena, sin embargo una experta geóloga descartó de plano esta posibilidad.

"Las formaciones cercanas a Quillagua, no fueron generadas por impacto de meteoritos, éstas surgieron más bien por la existencia de agua subterránea que dada las particularidades del terreno, provoca que el material se disuelva generando estas depresiones”, dijo la geóloga Millarca Valenzuela, miembro de la Sociedad Geológica de Chile, según la Fundación Atacama

Entonces son las napas subterráneas las que habrían generado lo colosales cráteres.

“Si bien el valle de meteoritos no sería producto del impacto de rocas extraterrestres, lo cierto es que las dimensiones de sus cráteres y conformación rocosa circundantes, sobrecogen y hacen imposible no sentir que se está en presencia de un lugar único”, dijo Ximena.

La geóloga Minarca, estudió la zona y solo encontró vestigios de una roca celeste en Monturaqui, en un sitio del desierto.

Se cree que los pueblos originarios realizaban actividades religiosas en los cráteres. Ahí se han encontrado restos de talleres líticos.

El despojo

“Creo que este pueblo es un ejemplo emblemático de qué es lo que ocurre cuando a una localidad se le ha quitado todo”, dijo Gonzalo Pimentel en un reporte de 2013.

“Su historia reciente ha estado marcada por el abuso y el engaño. Sufrió dos episodios brutales de contaminación(1997 y 2000), los que envenenaron las tierra del Oasis”.

"Acto seguido la minera viene y ofrece comprarles sus derechos de gua, los que dado el escenario se vendieron. Luego la misma empresa compró una superficie significativa de tierra”, y así sin tierras que cultivar, su población migró forzada a buscar otros lugares donde trabajar. la define como una “verdadera apología del despojo”, relató el arqueólogo.

El geógrafo Raúl Molina Otárola, en su reporte "Quillagua: el oasis del desierto que se marchita”, explicó que el colapso actual de Quillagua, fue efecto de la contaminación y la capturas de aguas arriba del caudal del Loa, sin embargo la empresa CODELCO, nunca reconoció los hechos.

En 1996, existían 116,4 hectáreas de alfalfa y 3.6 hectáreas de maíz; en cambio en el 2005, se intentó cultivar sin resultados media hectárea de alfalfa por el señor Ayavire. Antes de la contaminación del río Loa existían 80 niños matriculados en la escuelaG-15, y en el 2005 solo quedaban tres niños.

Además de que toda la riqueza de las aguas fue muerta, “los campos de cultivos fueron quemados por los contaminantes disueltos en las aguas del río. “Entonces la vida del pueblo se paralizó. Ninguna autoridad se hizo responsable del desastre ambiental”.

Las autoridades identificaron como responsable al viejo tranque Sloman, un antiguo embalse abandonado y colmado de sedimentos que sirvió de planta hidroeléctrica en viejas épocas del salitre.

El geógrafo Molina sostiene que las evidencias de los tipos de contaminantes (elxantato y el isopropanol ) apuntaron al tranque de relaves Talabre del mineral cobre de Chuquicamata, correspondiente a la Corporación Nacional del Cobre,CODELCO.

Estudios geológicos identificaron que además existen conexiones de las napas subterráneas entre el embalse de relaves de cobre y el río Loa.

Antes del año 2000 llegaba regularmente agua, aunque contaminada, por el cauce del Loa,en la actualidad el caudal es muy escaso.

Otro estudio señaló que la reducción al mínimo del caudal tiene relación con las aguas tomadas encharca por la Sociedad Química Minera de Chile (SOQUIMICH), que prácticamente secaron el río Loa.

El pueblo está cercano del sistema eléctrico, pero no tiene conexión y no cuenta con agua potable, por lo que recibe el preciado liquido en camiones.

Pese a todo explica el arqueólogo Gnzalo Pimentel, "la riqueza patrimonial de Quillagua es realmente invaluable y estamos ciertos de que es su patrimonio uno de los pocos, por no decir el único recurso que le va quedando a esta localidad en pos de un desarrollo local posible y proyectable con el tiempo".



Fuente: La gran época

Posteado por Valterber el 23:38. Etiqueta , , . Puedes ver los comentarios via RSS RSS 2.0

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