Los indignados llegaron a Brasil. Efecto domino
Noticias 21:23
Nós do povo!
Cansamos de ouvir!
E queremos falar!
Injustiça é:
640 para guarda municipal
760 para professor
960 para bombeiro
17000 para o governador
Injustiça é milícia!
Corrupção na polícia!
Injustiça é o Rio desigual!
Onde gente morre em fila de hospital!
Injustiça não é só no petróleo!
Injustiça está debaixo dos nossos olhos!
La frase se repite una y otra vez en la voz de los manifestantes cariocas. El movimiento de los "Indignados" nacido en España empezó a hacer eco al otro lado del Atlántico, y de la ocupación de Wall Street (http://occupywallst.org/) llegó a Brasil con movilizaciones como OcupaRlo (http://ocupario.org/), un campamento improvisado en la plaza de Cinelandia, en el centro de la ciudad.
La decisión de ocupar la Cinelandia, escenario de multitudinarias manifestaciones en los años 80 contra la dictadura militar, fue tomada después de un acto realizado el 15 de octubre en varias ciudades del mundo. Desde entonces, el OcupaRio ha sufrido cambios, como la desbandada de algunos participantes, principalmente adolescentes que en el comienzo creían que podrían "acabar con el capitalismo" en algunos días, hasta la llegada al campamento, formado por unas 60 carpas, de grupos de los sin techo cariocas.
Pese a que movimientos similares registrados en otros países aparentemente tienen metas como más democracia y menos peso de los mercados sobre las decisiones políticas, en Río las reivindicaciones son más difusas y diversas. "Estamos aquí para construir un proceso, una propuesta, pero son varias propuestas e ideas diferentes", explica una chica que se identifica sólo como Mariana, que está desde el primer día en la manifestación para expresar su oposición a la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte, en el corazón de la Amazonía.
Mariana relata que para la organización del campamento formaron grupos de trabajo según las necesidades del día a día, y así surgieron aproximadamente diez para encargarse de asuntos como cocina, infraestructura, seguridad, huerta urbana (que promueve cultivos en la propia plaza) jurídico, actividades, teoría y comunicación. Los acampados han hecho también "asociaciones" con empresas del entorno, como oficinas y casas de espectáculos, que les permiten usar sus baños, y además reciben donaciones de alimentos de simpatizantes y comerciantes de ferias callejeras.
Crédito imagen Bruno Menezes |
Inicialmente los encargados de la cocina traían la comida de fuera, pero percibieron que eso, además de mantenerlos mucho tiempo alejados del campamento, estaba generando "acomodación" entre los "indignados cariocas", que siempre esperaban ser alimentados. "Por eso resolvimos traer la cocina para el campamento y fue increíble porque sin fogones, gas, ni agua corriente, no sabíamos qué hacer hasta que uno de los habitantes de la calle, acostumbrado a esa situación nos enseñó y la cocina hoy es dirigida casi en su totalidad por ellos y terminó esa separación de grupos", relata Kleper.
El campamento tiene además una fuerte presencia de extranjeros, como el español Matt, que pese a que no duerme en las carpas, le aporta al movimiento su experiencia en la "acampada" de Barcelona. "Allá (en España) fue más explosivo y aquí parece que las cosas son más lentas. Allá era diferente porque las personas tenían más experiencia en autogestión, pero también porque en España se vive un momento histórico y político concreto", explica. Si en Barcelona la ocupación terminó hace cerca de dos meses, no se sabe si el campamento en el centro de Río tendrá el mismo final porque los participantes afirman que no hay exactamente una meta para cumplir.
Fuente: Clarin, EFE.