Incendio en la base antártica brasileña Comandante Ferraz

El siniestro se inició a las 2.40 horas en la sala de generadores y se expandió rápidamente al resto de la dependencia, no logrando salir con vida de la emergencia el suboficial Carlos Alberto Vieira Figueiredo y el sargento primero Roberto dos Santos. Asimismo, resultó herido el sargento primero Luciano Gomes Medeiros.

Este último, junto a otros 44 sobrevivientes, fue trasladado en un avión Hércules argentino al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas, el cual arribó a las 15 horas de ayer, para luego ser derivado en ambulancia al hospital de las Fuerzas Armadas Cirujano Cornelio Guzmán.

En tanto, los restantes ciudadanos brasileños, divididos entre civiles y militares, fueron derivados al Hotel Diego de Almagro.

Según comentaron en el aeropuerto los sobrevivientes, al momento de iniciarse el siniestro se encontraban durmiendo. Al informar de lo sucedido a las restantes bases aledañas, se dispuso la presencia de personal de la Fuerza Aérea y de la Armada chilenas. De ésta última institución a través de la Capitanía de Puerto de Bahía Fildes, al mando del capitán de Fragata Eduardo Rubilar, se activó el plan de emergencia ante situaciones de incendios, alistando dos botes zodiac con 6 personas entrenadas para este tipo de situaciones, considerando entre ellos un enfermero, además de equipos y materiales, tales como motobombas, mangueras y extintores.

La Tercera Zona Naval dispuso además el despegue de dos helicópteros navales “Bolkow”, apoyados además con el helicóptero “Bell” de la Fuerza Aérea, quienes efectuaron la evacuación del personal brasileño de dicha base, hasta el Aeródromo Teniente Marsh.

Asimismo se coordinó el zarpe del remolcador “Lautaro” al lugar siniestrado, el que se encuentra desarrollando labores de patrullaje en la Antártica.

Como informó el director nacional del Instituto Antártico Chileno (Inach), José Retamales, el apoyo de los helicópteros fue decisivo, debido a que no existe acceso a la base brasileña por tierra. La estación se ubica aproximadamente a 15 kilómetros de la Base Frei, y para arribar al lugar se debe navegar durante cuatro horas.

“La pérdida es muy grande. No me atrevería a decir que ha quedado algo de base, aparentemente la pérdida es total”, enfatizó Retamales, quien se encuentra en la Antártica, en la base chilena Profesor Julio Escudero.

“Afortunadamente yo diría que esta tremenda desgracia, ya con el regreso del personal brasileño por avión, ha llegado a su fin, pero es muy lamentable que hayan estas dos pérdidas de vidas humanas y esperamos que se recuperen los heridos. Para nosotros que tenemos una estrecha colaboración científica por el programa brasileño es algo muy triste”, relató el director nacional del Inach.

Cabe señalar que el incendio de bases es uno de los tres peligros mayores de la Antártica, junto al mar y a los glaciares. Así lo informó el explorador antártico Alejo Contreras, quien desempeña labores en esa zona para la empresa Dap. Recordó entre otros siniestros el de la base Argentina en 1983; el de la base inglesa que se inició en su laboratorio y los tres que ha sufrido la Base Frei, el más recordado el de 2009 cuando se inició el fuego en el gimnasio de la estación. Asimismo el de 1987 cuando falleció un chileno en su interior, el cual fue declarado mártir de la base.

Alejo mantiene muy buenos recuerdos de los ciudadanos brasileños, compartiendo un almuerzo con ellos en su base hace un par de semanas, en el marco de una excursión que realizó en una serie de estaciones de diferentes países. Por este motivo, lamentó aún más lo sucedido.

La Armada también confirmó el sábado que una barcaza que transportaba Diesel a la base se hundió en medio de una tormenta y que se estaba enviando un barco para recuperar la embarcación aparentemente intacta y el combustible.

La Armada aseguró que el combustible no se había filtrado.

El periódico brasileño O Estado de São Paulo publicó que la barcaza zozobró en diciembre. La oficina de prensa de la Armada sostuvo que no le era posible confirmar esa información de inmediato.

El comunicado de la Armada detalló que la barcaza se hundió a una profundidad de 40 metros mientras estaba siendo remolcada a la costa con su cargamento de 10.000 litros de diésel, equivalentes a 63 barriles.

Nadie estaba a bordo de la nave cuando zozobró.

La barcaza se encuentra a unas 1.000 yardas (metros) del puerto donde se ubica la estación antártica brasileña Comandante Ferraz.

Un barco especial arrendado por la petrolera estatal brasileña Petrobras llegará al lugar la próxima semana para tratar de llevar la barcaza a la superficie con el uso de una grúa y sacos inflables que serán adheridos a la nave hundida.
La Armada dijo que el combustible era "Diésel Artico" adaptado para las condiciones de frío polar de la Antártida.

La información se mantuvo oculta por un buen tiempo.