Chemtrails sobre las ciudades Argentinas.

Imagen enviada por un lector de La Opinión. FOTO RAUL GARCIA BESSONE

"Domingo a la mañana temprano, una chemtrail sobre la ciudad. Por favor les pido, fíjense por donde caminan pero no dejen de mirar el cielo...". Con este breve epígrafe, exhortando a la precaución, Raúl Bessone -lector de LA OPINION- subió a nuestra edición online la fotografía que ilustra esta nota. Preguntando además si los chemtrails podrían tener relación con enfermedades como el cáncer, respuesta que dejamos abierta a quienes juraron a Hipócrates, y que este cronista desconoce. Lo cierto es que estos fenómenos llamados chemtrails (su traducción sería «estelas químicas») se siguen sucediendo, sobre los cielos de Rafaela y de otros lugares también, provocando el estupor y la preocupación de mucha gente que no sabe a ciencia cierta, a qué adjudicarlos.

Las chemtrails -según las nuevas enciclopedias- son un supuesto fenómeno que consiste, según los convencidos de su existencia, en que algunas estelas de condensación dejadas por los aviones no son tales, sino que en realidad están compuestas por productos químicos. Para los partidarios de esta teoría de conspiración la verdadera naturaleza de las chemtrails sería conocida por sólo unos pocos y su objetivo sería causar daños de algún tipo a la población. Aunque no debe confundirse este término con la dispersión de sustancias químicas para fines reconocidos (fumigación, sembrado de nubes, exhibiciones aéreas, etc.).

El vocablo fue utilizado por primera vez por el periodista William Thomas en 1999, aunque la primera descripción del fenómeno data de 1997, por Richard Finke. Algunos partidarios de la versión de la conspiración defienden que en realidad las chemtrails comenzaron años antes.

La comunidad científica se muestra escéptica respecto a la existencia de las chemtrails y considera que se trata en realidad de simples estelas de condensación o cirros. Los defensores de esta teoría afirman que los chemtrails parecen inicialmente estelas de condensación normales. Sin embargo son más gruesas y persisten durante mucho más tiempo, durante el cual se expanden y se cruzan unas con otras en extraños patrones hasta llegar a cubrir por completo el cielo con un "falso" cirroestrato.

Los partidarios de la teoría aseguran que el fenómeno está extendiéndose, a la vez que se expande también la red de quienes denuncian su existencia.

Días atrás los vecinos de la ciudad de Salta -según publicó el diario "El Tribuno" de esa ciudad- se alarmaron ante la presencia de un avión que volaba a mucha altura y también iba dejando a su paso una estela.

El espectáculo llamó la atención general y desde el aeropuerto internacional de Salta aseguraron desconocer la naturaleza del vuelo. El registro fotográfico del suceso fue inspeccionado por especialistas, que indicaron que podría tratarse de un avión Lockheed C-5 Galaxy de transporte militar logístico de los Estados Unidos.

Esto significaría un caso de violación del espacio aéreo nacional. La altura que alcanza esta máquina es de unos 11.000 metros, aún con un peso bruto de unos 300.000 kilos.

El Lockheed C-5 Galaxy es una nave diseñada para proporcionar, a distancias intercontinentales, el equivalente estratégico del puente aéreo y es uno de los transportes militares más grandes del mundo. En este caso el origen de la "chemtrail" sería adjudicado por los salteños al paso de este avión.