El Valle de las Luminarias en México. Secretos no revelados.
Fenómenos 21:59
A unos 90 kilómetros hacia el sur de la ciudad de Guanajuato, tan escondido como misterioso se encuentra Valle de Santiago.
También conocido como Valle de las Siete Luminarias, el poblado se fundó el 28 de mayo de 1607 y está asentado en plena zona volcánica, se estableció en la aldea conocida como Camémbaro, el cual viene de la lengua purépecha, que significa “lugar de ajenjo y estafiate” (plantas salvajes que se encuentran en la zona).
Cuando los españoles llegaron a la zona, Camémbaro dejó su nombre para adoptar el de Valle de Santiago.
En el lugar se percibe misterio a cada paso, pero la zona que resguarda infinidad de secretos se ubica en la parte Oeste del municipio y se caracteriza por la existencia de una superficie donde se alza un majestuoso conjunto de cráteres volcánicos inactivos, de bordes bajos y centro plano, con diámetro de hasta un kilómetro. Los más populares de éstos son conocidos como las hoyas de: Rincón de Parangueo, San Nicolás, La Alberca, La Cíntora, Blanca, de Álvarez y de Solís.
El antiguo Camémbaro, además de caracterizarse por la amabilidad de su gente, lo hace por un ambiente enigmático que es irrefutable, ya que suceden cosas que para muchos resultan increíbles, como la cosecha de verduras gigantes, el avistamiento constante de ovnis y la coincidencia que pone de manifiesto la más grande incógnita del lugar: los siete volcanes del valle resguardan una asombrosa semejanza con la constelación la Osa Mayor; los cráteres y las estrellas dibujan en su respectivo espacio, la misma figura.
Protegida y resguardada como área natural, la zona donde están las siete luminarias, deja ver cómo yacen inmóviles, apagados y ya sin luz, los círculos coincidentes.
Secretos arraigados
Investigadores y científicos han estudiado el sitio a través de los años, descubriendo nuevos misterios, como el hecho de que cada mil 40 años, la Osa Mayor se sitúa en la vertical de los siete volcanes; los motivos son todavía desconocidos.
Otros expertos y estudiosos, atraídos por el fenómeno que asegura que justo antes de un terremoto las aguas de una de las hoyas cambian de color, han sido testigos del súbito y alarmante suceso.
Sin embargo, sin resultados contundentes que demuestren que esto va más allá de una casualidad, los hechos se viven sólo como fantasías y leyendas. Las aguas se siguen estudiando y, hasta nuestros días, el fenómeno no ha sido descifrado.
Sobre los asombrosos tamaños de las verduras cosechadas en el poblado, en 1977, ingenieros agrícolas llevaron a cabo un estudio en el que sembraron hortalizas siguiendo los métodos tradicionales y los pobladores, con el secreto que a la fecha resguardan, sembraron las suyas. El resultado fue asombroso, los ingenieros obtuvieron una media de ocho toneladas por hectáreas, lo apropiados del terruño, más de 100.
La esperanzadora noticia, que a decir de los habitantes también funcionaba con frutos, flores, legumbres y más, no agradó a las multinacionales que, aunque lo intentaron, no consiguieron arrancar el secreto de tan prodigiosas siembras. Secreto que ha sido transmitido y acogido por amigos y descendientes incondicionales y que según algunos campesinos, les fue legado a los habitantes de Valle de Santiago, o de las Siete Luminarias, por seres no humanos.
El delegado de turismo de Valle de Santiago, Oscar Arredondo Ramírez, que fotografió para la posteridad las monumentales hortalizas, durante una reunión que mantuvo con varios miembros de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, planteó que si los cráteres de las luminarias se sembraran de verduras y frutas gigantes, sería menor el problema del hambre. Y añadió: “Pero si digo cómo hacer verduras gigantes, el rico se volverá más rico”.
El cultivo siquiera a escala moderada de estos gigantescos especimenes verduleros quedó finalmente prohibido por el gobierno mexicano, así como por los demás gobiernos, debido a que interfería en los intereses de las multinacionales alimenticias. Una sola col del Valle de las Luminarias podía alimentar perfectamente a más de veinte personas.
Se dice que en el cráter de La Alberca habita el monstruo “Chac”, semejante al Nessie escocés. Se dice también que en el Valle de las Luminarias son comunes los avistamientos OVNI. Aunque hay quienes dicen que se trata de leyendas urbanas. Pero, eso sí, aún queda por resolver el misterio de las “siete luminarias”, los cráteres cuyas posiciones coinciden con las de las estrellas de la Osa Mayor
El cultivo siquiera a escala moderada de estos gigantescos especimenes verduleros quedó finalmente prohibido por el gobierno mexicano, así como por los demás gobiernos, debido a que interfería en los intereses de las multinacionales alimenticias. Una sola col del Valle de las Luminarias podía alimentar perfectamente a más de veinte personas.
Se dice que en el cráter de La Alberca habita el monstruo “Chac”, semejante al Nessie escocés. Se dice también que en el Valle de las Luminarias son comunes los avistamientos OVNI. Aunque hay quienes dicen que se trata de leyendas urbanas. Pero, eso sí, aún queda por resolver el misterio de las “siete luminarias”, los cráteres cuyas posiciones coinciden con las de las estrellas de la Osa Mayor
Hoya de Rincón De Parangueo
Altitud: dos mil 75 metros sobre el nivel del mar.
Esta hoya es una de la más visitadas, el acceso al lago-cráter es a través de un túnel que mide aproximadamente 400 metros. Dentro, existe un lago cuya peculiaridad es la leyenda que lo envuelve:
“A finales del siglo pasado el señor hacendado del lugar, dueño de vidas y destinos, mandó analizar el agua del Rincón de Parangueo. Eran tiempos difíciles y pretendía aprovechar el agua de una forma eficiente. Para tal misión, encomendó al más fiel y responsable de sus servidores, que tomó una muestra del agua de y sin contaminarla la llevó hasta el Distrito Federal para su análisis. El fiel servidor, aparentemente celado por el mayordomo, quien poco a poco iba perdiendo terreno ante los ojos del hacendado, fue abordado por cómplices del mayordomo que, con engaños, lo embriagaron. Durante la embriaguez, el encomendado perdió su jícara y con ella el valioso contenido a analizar. Al darse cuenta de su error, optó por llenar otro recipiente con agua de la zona donde se encontraba entonces, así prosiguió su camino”, se lee en el sitio http://redescolar.ilce.edu.mx.
“A su regreso, con los resultados positivos en la mano, lleno de remordimiento pero con más temor de ser descubierto en su falta, entregó los mismos a su patrón. El señor hacendado, contento mandó construir un túnel para que sirviera de desfogue a las aguas del cráter. Una vez concluidas las obras celebró con gran regocijo el venturoso porvenir que le deparaba tan magna edificación. La sorpresa vino cuando se percataron que el agua con la que estaba regando sus sembradíos era salitrosa y no servía para nada. Lleno de vergüenza y desaliento, el antes cumplido empleado de la hacienda de la Hoya del Rincón de Parangueo sólo pensó en el suicidio. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente al final del túnel que, por su deslealtad y cobardía, se había construido. Los pobladores cuentan que la sangre que del mensajeró brotó y escurrió hasta mezclarse con las aguas del lago que ahora se tiñen de rojo para anunciar y prevenir algún desastre”, prosigue el texto.
Hoy, al interior del cráter se han puesto asadores a disposición de los visitantes que, ansiosos, esperan presenciar uno de los mencionados avisos del lago.
¿Cómo llegar?
Partiendo de la ciudad de Valle de Santiago, se toma la carretera a Guarapo en el kilómetro cinco, donde se encuentra la desviación a la comunidad de Rincón de Parangueo, por la cual existen señalamientos que llevan directamente al túnel.
Hoya de San Nicolás
Altitud: mil 750 metros sobre el nivel del mar.
En tiempos de lluvias se forma un espejo de agua el cual, para continuar con los misterios, cambia de color dependiendo de las estaciones de año.
También es utilizada para fines agrícolas.
¿Cómo llegar?
Ésta se encuentra aledaña a la comunidad de San Nicolás de Parangueo por lo que el acceso es a través de ese lugar.
Hoya la Alberca
Altitud: mil 859 metros sobre el nivel del mar.
La menor de las Siete Luminarias, es también la que se ubica más cerca de la ciudad, prácticamente dentro de ella. El cráter anteriormente tenía en su interior un lago que hoy está extinto y de él sólo se observan las marcas del nivel de agua que llegó a tener.
El 25 de septiembre se celebra una fiesta que se remonta a épocas prehispánicas la cual era alusiva al cierre de verano. La celebración actualmente consiste en una verbena popular dentro del cráter, realizada por los habitantes de la ciudad.
En su interior se practican actividades de turismo alternativo como lo es el rappel.
¿Cómo llegar?
Debido a su cercanía al poblado, la entrada es una vez que se está en Valle de Santiago.
Hoya la Cíntora
Altitud: mil 930 metros sobre el nivel del mar.
En su interior existen cuevas con pinturas rupestres, en una de ellas -la de Los Diablos-, se encuentran pinturas que asemejan figuras de serpientes, formas humanas con cornamentas, colmillos y pico.
Están también las cuevas de Leandro, llamada así por haber sido refugio de Leandro Hernández, forajido de esta región; y la de Encimadas, que se denomina así por formar dos cuevas, una encima de otra.
¿Cómo llegar?
Se accede a través de la carretera Valle-Morelia, en el kilómetro 3.4 se toma la desviación a un camino de terracería que se encuentra de lado derecho, recorriendo aproximadamente 1.5 km. se encuentran la señalización que indica el acceso a la Hoya.
Hoya Blanca
Altitud: mil 850 metros sobre el nivel del mar.
También es conocida como Hoya de Piedra, pues de ahí se extrajeron las rocas que se labraron para la construcción del jardín principal de Valle de Santiago.
¿Cómo llegar?
Para acceder se circula por el libramiento que se encuentra en la entrada de Valle de Santiago, proveniente de Salamanca con rumbo a la ciudad de Morelia; pasando la carretera Valle-Guarapo se accede a un camino de terracería de lado derecho, al llegar al Panteón Santiago se retoma la brecha que se encuentra al costado derecho del mismo, ésta traslada directamente al interior de la hoya.
Hoya de Álvarez
Altitud: dos mil metros sobre el nivel del mar.
También llamada Hoya de Flores por la gran cantidad de plantas que nacen en su interior y que dibujan de multicolor las paredes del cráter.
En el interior se encuentra un poblado, el asentamiento humano es posible gracias a los cuatro manantiales que hay en Álvarez. Para los visitantes, hay asadores y palapas.
¿Cómo llegar?
El acceso a esta hoya es a través de la carretera Valle-Morelia, kilómetro ocho. Pasando el monumento de la Ruta de Independencia, se encuentra una desviación de lado derecho con señalización que conduce al interior del cráter.
Hoya de Solís
Altitud: mil 885 metros sobre el nivel del mar.
En la actualidad, su interior es utilizado para la siembra, pues los lugareños han comprobado con gusto que la de la hoya, es una tierra muy fértil.
¿Cómo llegar?
Por el libramiento de Valle de Santiago, arribando la mancha urbana se encuentra la calle Colón, sobre ésta se recorren 2.5 km. para llegar al borde de la hoya.
Además del espectáculo de volcanes, en el sitio los visitantes pueden practicar deportes como rappel y ciclismo de montaña, o simplemente admirar los imponentes paisajes y disfrutar de la flora y fauna endémicas al practicar el senderismo.
Sin duda alguna, un lugar donde los apasionados de los secretos, misterios y enigmas, tendrán mucho que recorrer.