Mendoza es sísmicamente más vulnerable que en 1861.

El ingeniero Jorge Barón dialogó durante la tarde del lunes con Canal 9 y hablo de las verdades que muchos prefieren no escuchar. Si bien en esta oportunidad Mendoza no debió lamentar pérdidas graves, el profesional aseguró que "si hoy ocurriera un terremoto como el de 1861, es de esperarse que hubiera una cantidad importante de víctimas". "Creo que estamos relativamente bien, pero eso no significa que estemos totalmente bien", afirmó el especialista.

De todas maneras, Barón remarcó que "no hay que tener miedo, pero sí hay que prepararse". "Hay todo un sistema de fallas geológicas en Mendoza. La de Barrancas es una falla activa que se conoce desde hace muchos años y ha causado varios movimientos sísmicos en el último siglo. También hay otra serie de fallas que están hacia el norte, incluso bajo el Gran Mendoza", aseguró.

A pesar de que minimizó las probabilidades de que hayan réplicas de forma inmediata, destacó el hecho de que habitamos un territorio donde las probabilidades de que hayan terremotos son altas. Por este motivo, es fundamental para los mendocinos aprender a convivir en una zona sísmica. "O nos preparamos para vivir en una zona con estos riesgos, o nos vamos a vivir a otro lado", sentenció.

El ingeniero repitió en varias oportunidades que Mendoza ha trabajado intensamente para afrontar situaciones como la que se vivió este lunes a las 5.29. Sin embargo subrayó que todavía queda mucho por hacer.

"Una de las primeras cosas, que ya se viene haciendo, es construir propiedades sismo resistentes. Hay códigos de construcción que deben respetarse, deben fiscalizarse y deben cumplirse en todos los municipios", manifestó. Pero además de la calidad de los edificios enumeró otra serie de factores fundamentales para poder hacer frente a una situación de crisis.

El profesional remarcó la importancia de avanzar en todo lo que se refiere a un "ordenamiento territorial". Por ejemplo, Barón aclaró que a su entender es necesario "crear una avenida de circunvalación que permitiera ir de un lugar a otro de la provincia, después de un terremoto, sin tener que pasar por el medio de la ciudad".

"Si hubiera un terremoto importante en Mendoza, no sólo habría víctimas por el terremoto en sí, sino que habrían muchas víctimas en los días posteriores por la falta de servicios esenciales como agua electricidad, calefacción, combustible, alimento. Todo eso lo tenemos que ir previendo dentro de este ordenamiento territorial" aseveró.

"Hay muchos barrios que deberían ser erradicados y esa gente movilizada a viviendas que sean verdaderamente sismo resistentes. Los terremotos afectan mucho más a los sectores sociales más desprotegidos, y eso también es un aspecto a tener en cuenta para que toda la ciudad", agregó Barón.

"Podemos disminuir el riesgo sísmico tratando de ser menos vulnerables a esos terremotos o movimientos", concluyó.