¡Feliz año nuevo a toda la cultura Maya!
Mayas 5:48
El “día sin tiempo” que se celebra el 25 de julio, al que los mayas consideraban “mágico” y fuera de los 364 que tenía su calendario, no pertenece ni al año siguiente ni al anterior. Se interpreta como un cambio de paradigma y una excelente oportunidad para rescatar los valores importantes. Es una jornada para meditar, y proyectarse para el nuevo año que comienza el 26 de julio.
Los mayas, generaron un registro calendárico diferente al nuestro, no porque no reconocieran los 365 días, sino porque consideraban que el Ciclo Natural del Tiempo equivalía a períodos de 28 días. El año constaba de 13 meses de 28 días (13 lunas), por lo que siempre tenía 364 días, más uno “mágico”, que no pertenece ni al año siguiente ni al año anterior. Ese día es el 25 de julio. “es el día fuera de tiempo", el cual se dedica para juntar toda la energía para el próximo ciclo. Es el día asociado a la "sincronía planetaria”. Este día, la estrella Sirio, que es 50 veces más brillante que el Sol, sale primero. Para los antiguos egipcios, también era el inicio de un nuevo año.
*Mayas: místicos y astrónomos*
Mucho se habla de los mayas, una civilización que floreció y cayó entre los años 1000 a.C. y 1000 de nuestra era, en Guatemala, México y Honduras. Matemáticos, místicos y astrónomos avanzados, se los llama “los maestros del tiempo”, ya que se han descubierto 19 tipos diferentes de calendarios con los que sincronizaban sus vidas, en pequeña y gran escala.
Para los antiguos mayas, la Vía Láctea representó a la gran madre cósmica de donde nació toda vida. Ellos la vieron estirándose a través del cielo nocturno y consideraron su gran protuberancia central, de enorme densidad estelar, como el “útero cósmico”.
Dentro de la protuberancia central está el “corredor oscuro” o “grieta oscura” para los mayas el “paso del nacimiento”, con una analogía transparente.
Los mayas descubrieron que el 21 de diciembre de 2012 el sol se alineará con la “grieta oscura” de nuestra galaxia, lo que implica para algunos intérpretes que van más allá de la ciencia una especie de “nuevo nacimiento” ya que esa grieta es asimilada a un útero galáctico.
Considerando entonces la importancia de la fecha 2012 en el calendario maya, se ha descubierto que ese año específicamente apunta a un periodo de tiempo cuando el Sol del Solsticio de diciembre se alinea con y surge fuera del telón de la grieta oscura, el “canal galáctico de nacimiento” en la protuberancia central.
De acuerdo con este punto de vista la alineación astronómica del ciclo de precesión del solsticio de invierno (en el hemisferio norte) con el centro de la Vía Láctea representa el “Punto Cero” en el reloj cósmico, nada menos que el inicio de una nueva era. Nacería un nuevo sol, comenzaría un nuevo ciclo que transformaría el mundo.
El 21 de diciembre es un indicador, nada más, porque los movimientos de que se trata son tan lentos que el sol no terminará de alinearse hasta 2018.
Las profecías mayas del Fin de Ciclo hablan de cambios de paradigmas, de estructuras y de mentalidad, como parte de la evolución humana. El año en que sucedería este salto cuántico comienza este 26 de julio.
¡Feliz año nuevo a toda la cultura Maya!!!
