Impresionante protesta del pueblo Chino en imagenes.
Inestabilidad 7:36
Las autoridades de una ciudad del este de China cancelaron ayer los planes de un proyecto para construir un vertedero de agua de una planta de fabricación de papel después de que miles de pobladores realizaron protestas y se enfrentaron a la policía, preocupados por la contaminación ambiental que representaba.
El gobierno de Qidong, en la provincia de Jiangsu, anunció en su sitio de internet su decisión de eliminar sus planes para el proyecto. La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que miles de residentes habían salido a las calles a protestar por el proyecto cuando se hizo el anuncio del gobierno y fueron dispersados.
Horas después, cientos de policías con uniformes antimotines llegaron a la ciudad, situada en el litoral al norte de Shanghai y se emplazaron frente a las oficinas. El proyecto de construir un vertedero de agua era parte de una fábrica de papel propuesta por una empresa japonesa.
El gobierno no dijo si los planes para la instalación de la fábrica también se habían descartado permanentemente. “El gobierno dijo que los desperdicios no contaminarán el mar pero, si eso es verdad, ¿entonces por qué no los arrojan al río Yangtze?”, cuestionó Lu Shuai, un manifestante de 25 años que trabaja en logística, mientras marchaba. “Si arrojan (los deshechos) al río habrá un impacto en la gente en Shanghai y ésta se opondrá”, agregó.
Varios manifestantes ingresaron al principal edificio de gobierno de la ciudad, donde destruyeron computadoras, volcaron escritorios y arrojaron documentos por las ventanas en medio de fuertes ovaciones de la multitud.
Testigos de Reuters presenciaron el volcamiento de cinco vehículos y un minibús. Al menos dos funcionarios policiales fueron golpeados por la multitud en la oficina del gobierno. Se trata del más reciente episodio de choques de este tipo en un país donde se ha logrado una rápida expansión económica en tres décadas, a expensas de la calidad ambiental.
La ola de ira pública es un hecho emblemático del creciente descontento que enfrentan los líderes chinos, obsesionados con mantener la estabilidad y equilibrar el crecimiento económico en medio del creciente malestar social por las amenazas al medio ambiente. Las preocupaciones ecológicas han alentado llamados para expandir los derechos de los ciudadanos y hacer mayores consultas en el Estado, controlado por un solo partido.
A principios de este mes, la ciudad de Shifang, en la provincia de Sichuán, en el suroeste de China, depuso sus planes para construir una planta de cobre, después de que miles de manifestantes, algunos escolares de secundaria, se enfrentaron a la policía antimotines. Las protestas de grupos populares también reflejan la tensión entre las autoridades locales que desean atraer a la industria y un público que no desea tenerla en las áreas donde habitan.
Oji Paper Group, una de las mayores papeleras del país vecino, defendía que sus vertidos eran tratados de acuerdo a los estándares medioambientales pertinentes.
Una de las industrias más rentables de Qidong es la exportación de pescado, incluyendo langostas y camarones a Estados Unidos, y la ciudad también se jacta de contar con certificados para exportar a la Unión Europea, según reseñó el sábado la edición online del diario The New York Times. De acuerdo con el diario, algunos de los manifestantes en Qidong argumentaron que el eventual vertido de los desechos podría dañar a la industria pesquera del área, pero la mayoría estaba preocupada por la posible contaminación del agua potable o si la descarga industrial afectaría el suministro del liquido.
En Qidong existe un importante sector farmacéutico, de producción de fertilizantes y de accesorios de computadoras. La protesta en Qidong ocurrió pocos días después de que las autoridades prohibieran a 10 mil estudiantes que se manifestaran con las mismas reivindicaciones, llegándoles a amenazar con expulsarles de la escuela si lo hacían.
Fuentes:Cryptome, El universal.

















































