Volcán San Cristobal, Nicaragua. Persiste el alerta amarilla.

El volcán San Cristóbal se mantiene hoy en una relativa calma, aunque persiste la alerta amarilla para el departamento de Chinandega ante lo imprevisible del comportamiento del mayor gigante de fuego de Nicaragua.

Ministros y otras autoridades del gobierno chequearon in situ las afectaciones por las súbitas emanaciones de gases y cenizas registradas la víspera, e instaron a las familias a alejarse cinco kilómetros de la montaña.

El doctor Guillermo González, director del Sistema de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, advirtió que se mantiene la vigilancia porque la tranquilidad no garantiza un cambio de la situación y lo más prudente es esa actitud.

Por su parte, la doctora Angélica Muñoz, directora de geofísica del Instituto de Estudios Territoriales, informó que los volúmenes de azufre medidos son ocho veces superiores a los normales, lo cual apunta a posibles nuevas explosiones.

Dijeron que expertos y pobladores reportan derrumbes del lado norte, con caída de rocas y grietas en la tierra, que son analizados, en tanto en el departamento de León persiste la alerta verde por la cercanía del San Cristóbal.

Ambos funcionarios también alertaron sobre la funesta combinación de las precipitaciones anunciadas con esas emisiones de cenizas que dan lugar a las lluvias ácidas, perjudiciales a la salud.

Las llamadas de atención a la población alertan en torno a las afecciones respiratorias y dermatológicas, así como al cuidado en la cocción de los alimentos para evitar contaminación.

Las indagaciones apuntan también a los daños en los cultivos y en las fuentes de agua, fundamentalmente los pozos.

Surcada por más de 20 volcanes en su porción del Pacífico, Nicaragua es un país de altos riesgos, de los cuales uno de los mayores es la alta sismicidad.

Managua, la capital, también se mantiene en alerta verde tras la persistente ocurrencia de temblores en Centroamérica y en el lado sur de la urbe desde hace unas dos semanas.