Animales del Ártico.

EL ÁRTICO comprende las zonas más nórdicas de América del Norte, Europa y Asia, además del inmenso océano helado que circunda el Polo Norte. Es uno de los lugares más fríos de la Tierra, con una temperatura máxima de 10ºC , y mínima de -40ºC. Durante el breve verano es siempre de día; la luz y la temperatura templada estimulan el desarrollo de un conjunto de plantas y animales diminutos, llamados ''plancton'', que sirven de alimento a peces, focas y aves. En tierra brotan flores , de las que se alimentan millones de insectos. Muchas aves como el charrán ártico y el ganso de Brent, aprovechándose de estos insectos como alimento, emigran al Ártico para criar. Cuando vuelve el invierno regresan a climas más templados. Algunas focas y ballenas también emigran al sur en busca de aguas más cálidas. Las áreas del Ártico que no están permanentemente cubiertas de hielo reciben el nombre de ''tundra''. En el casquete de hielo polar viven pocos animales, pues no hay plantas ni insectos que comer. Gran parte de la isla de Groenlandia está cubierta por unos ríos llamados ''glaciares''. 

En verano, el zorro ártico (alopex lagopus) almacena bajo las rocas pájaros muertos y huevos. Gracias al frío, se conservarán para poderlos comer durante el invierno, cuando escasean los alimentos frescos.

Este animal posee un espeso pelaje, y puede sobrevivir a temperaturas tan bajas como -50ºC.

La liebre ártica (lepus articus) cambia el color de su pelaje de acuerdo con el entorno: blanco en invierno, lo que la hace pasar desapercibida en la nieve, y en verano, muda la piel blanca por una gris parda al derretirse la nieve.

En la zona más septentrional del Ártico, donde siempre nieva, permanecen blancas todo el año.

El oso polar (thalarctos maritimus) es un animal gigantesco, que puede llegar a pesar tanto como diez personas adultas. Su alimento preferido son las focas, y las atrapa con bastante facilidad cuando asoman por los agujeros del hielo en busca de aire. de hecho las puede matar de un ''simple zarpazo'', para luego sujetarlas con las garras.

La morsa (odobenus rosmarus) posee largos colmillos que utiliza para extraer crustáceos y pequeños animales del fondo marino.

Viven en grandes grupos y pasan casi todo el día durmiendo sobre el hielo. En la época de celo se reúnen en zonas tradicionales y los machos compiten entre sí para conseguir a las hembras.

El narval (monodon monoceros) es un mamífero emparentado con las ballenas y los delfines, con sólo dos dientes. Uno de los del macho se transforma en un largo colmillo en espiral, que emerge de una abertura de su labio superior. Se ignora para qué sirve, aunque se ha visto a los machos luchar con él entre sí.

Las belugas o delfines blancos (delphinapterus leucas) se comunican entre sí por medio de canciones. Los marinos del siglo XIX las llamaban ''canarios'' debido a la cantidad de sonidos que producen. Emiten también unos chasquidos que rebotan en los objetos de su alrededor, ayudándolas a orientarse.

En invierno emigran al sur reunidas en inmensos grupos.

El buey almizclado (ovibos moschatus) es el mamífero con la pelambre más larga. Algunos de sus pelos miden casi 1 m. Si un grupo de bueyes almizclados recibe un ataque, forman un apretado círculo y se defienden con sus cuernos. Las crías permanecen en el centro del círculo para protegerse.

El charrán ártico (sterna paradisaea) cuida a sus crías en el Ártico durante el breve periodo de verano. Luego vuela hasta la Antártida, situada a 13.000 km de distancia, para beneficiarse allí también de los meses de verano en que abunda la comida. Su ruta de emigración es extraordinaria, a tal punto que resulta ''la más larga'' que recorren las aves del planeta.

La foca de casco (cystophora cristata) macho tiene en la punta una extraña protuberancia parecida a un globo. En la época de reproducción la hincha al aire, hasta alcanzar 30 cm de largo, aire que amplifica los chillidos que emite para mantener alejados a otros machos. Pasa la mayor parte de su vida en el mar, buscando peces y calamares. Sale del agua para aparearse, criar y mudar la piel.

La foca barbuda (erigmathus barbatus) vive en los mares que bordean el casquete polar. Posee largas y sensitivas barbas que usa para ''cazar'' crustáceos. También se nutre de peces y gambas.

En primavera, la hembra se arrastra sobre el hielo para alumbrar.

El eider (somateria mollisima) se cría entre los matorrales de unos islotes del Océano Glacial Ártico, remotos lugares que le ayudan a proteger a las crías. La hembra reviste el nido con plumón que se arranca del pecho, y si tiene que alejarse, también con plumón cubre los huevos por completo. Así consiguen mantenerlos calientes y ocultarlos de voraces zorros y gaviotas, entre otros enemigos.

El rezno del reno (oedemagena tarandi) pone sus huevos en el pelaje del caribú y del reno, que emigran al Ártico en verano. Cuando las larvas salen de los huevos, atraviesan la piel y se alojan en la carne. Tiempo después, caen al suelo para crecer y hacerse adultas.

Longintud máxima 1,5 cm.

El Ártico no es como la Antártida, que es propiedad de la comunidad internacional. La soberanía del Ártico se la disputan diferentes países. No es el amor a la región lo que genera el reclamo, sino que se cree que hay 90 mil millones de barriles de petróleo sin explotar. Las naciones que rodean el Ártico tienen tiempo limitado para declarar sus derechos territoriales según lo establecido por la ONU, de lo contrario la zona revertiría a una administración internacional para el beneficio de toda la humanidad.