Encuentran a los parientes perdidos del Solitario Jorge.
Ecologia 14:07
Revelaron que nueve hembras, tres machos y cinco jóvenes que habitan en el volcán Wolf, en la Isla Isabela, comparten su ascendencia. |
El solitario Jorge, la última tortuga de su especie, no se ha
perdido para siempre, pues genes suyos perviven en 17 quelonios que
habitan en un volcán de las islas Galápagos, lo que podría permitir
restablecer su linaje, según anunció hoy la Dirección de su Parque
Natural.
El Solitario Jorge murió el pasado 24 junio por causas naturales
tras más de un siglo de vida sin que los científicos lograran que
tuviera descendencia en cautiverio con hembras de especies similares.
Ese parecía el fin de la especie de tortugas gigantes Chelonoidis
abingdonii, que vivió en la isla Pinta, pero la Dirección del Parque
reveló hoy que nueve hembras, tres machos y cinco jóvenes que habitan
en el volcán Wolf, en la Isla Isabela, comparten su ascendencia.
Los científicos consideran que es posible que existan más
especímenes híbridos e incluso individuos puros de la especie del
Solitario Jorge.
"El descubrimiento marca el primer paso hacia la recuperación de la
especie Chelonidis abingdonii, mediante un programa de reproducción y
crianza en cautiverio, opción que es evaluada", explicó la Dirección
del Parque.
Con ese programa, sus expertos creen poder restablecer "el linaje"
de las desaparecidas compañeras del Solitario Jorge y la "integridad
ecológica" de la isla Pinta.
Los científicos especulan que la llegada de tortugas de esa isla a
las laderas del volcán Wolf pudo ocurrir a principios del siglo XIX.
En esa época, los marineros de los barcos balleneros recogían
quelonios en varias partes del archipiélago para su alimentación, pero
arrojaban algunos vivos por la borda cuando ya no los necesitaban.
Así, algún espécimen de Pinta pudo sobrevivir y establecerse en Isabela.
El estudio fue realizado por la Dirección del Parque Nacional
Galápagos y la Universidad estadounidense de Yale, y será publicado en
la revista Biological Conservation.
Sus resultados son fruto de la comparación de más de 1.600 muestras
de ADN recogidas en 2008 en el volcán Wolf con los genes del Solitario
Jorge y de especímenes de tortugas de su especie conservados en un
museo.
Sus responsables planean ahora una serie de expediciones al lugar
para capturar a los 17 individuos cuyas células tienen genes de Pinta y
buscar otros híbridos y posibles ejemplares puros.
El Solitario Jorge era un símbolo de las Islas Galápagos y de los esfuerzos por conservar su gran biodiversidad.
Situado a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de
Ecuador, el archipiélago cuenta con un alto número de especies
endémicas, que se desarrollaron en relativo aislamiento para adaptarse a
las condiciones específicas de un pequeño ecosistema, como fue el caso
de las tortugas de la isla Pinta.
Estas características inspiraron al científico inglés Charles Darwin
a elaborar su teoría sobre la selección natural y la evolución de las
especies.
La desaparición de una de ellas causó una pena especial al
guardaparques Fausto Llerena, quien cuidó al Solitario Jorge desde
1983.
El 24 junio no fue a recibirlo ni acudió a su llamado, como solía
hacer, y lo encontró muerto en su corral del Centro de Reproducción y
Crianza de Tortugas en la Isla Santa Cruz.
Durante la autopsia, los expertos del Parque tomaron muestras de
tejidos, incluidas las gónadas, para verificar si contenían esperma que
pueda ser usado en un eventual tratamiento de inseminación artificial.
Colocaron los órganos en nitrógeno líquido para mantener vivas las
células, con la esperanza de emplear la tecnología del ser humano, que
tanto impacto ha causado en el planeta, para salvar a una especie que
con el estudio de ADN ahora tiene otra posibilidad de sobrevivir.
Fuentes: elsolonline.com