El fin del mundo se espera pero no tendrá lugar

En particular, es interesante la reacción del auditorio del periódico polaco Super Express que publicó en su sitio un cuestionario sobre el “inminente” fin del mundo. A diario lo visitan ciento veinte mil lectores y sus opiniones sobre el Apocalipsis son harto tristes. “Los polacos son pesimistas y su mayoría quiere el fin del mundo”, constata el director del rotativo Radek Milinowski.

—Tal es el resultado de nuestra encuesta de opinión pública. Hemos publicado un cuestionario con las preguntas: “¿Quieres el fin del mundo?” y “¿Temes el Apocalipsis?” Y para nuestro gran asombro hemos encontrado en las respuestas a la pregunta “¿Temes el Apocalipsis?” “Sí, por supuesto” y a la pregunta “¿Quieres el fin del mundo?” “Sí, quiero”. Resulta que más del 50 %, el 56 % para ser justos, de los encuestados contestaron que quieren el fin del mundo. Una respuesta muy triste.

El pesimismo de los polacos es compartido por habitantes de muchos países que comenzaron a llenar de cajas con productos en conserva y granos las cuevas cavadas con antelación para el día “D”.

Sería cínico burlarse de las personas que creen en el Apocalipsis y cuyos temores son acentuados por la prensa. Se puede ver de distintas maneras esta cuestión filosófica. Hay, por cierto, una esfera en la que el fin del mundo es una categoría nítidamente marcada y no está sujeta a duda. Es la religión. El hierodiácono Piotr Gramátikov, profesor y experto en cuestiones religiosas de la comunidad religiosa de la ciudad de Plovdiv, Bulgaria, nos ayuda a orientarnos en esta materia enredada.

—En realidad, el pasado, el presente y el futuro del hombre es el tema más acuciante para todos los tiempos. No podemos menos de notar la euforia, incluso la histeria, que se genera en torno a la fecha del 21 de diciembre de 2012, dizque del fin del mundo. Por supuesto que no podemos conocer la fecha exacta del fin del mundo y no es tarea nuestra buscarla. Ella llegará a una hora desconocida, como un ladrón, de noche, y simplemente hemos de estar preparados, con toda la vida anterior, con buenas obras, para acoger un nuevo y digno destino en otra vida, en otro mundo. La recibiremos como herencia tras el fin de este mundo. De modo que ahora las preocupaciones son absolutamente innecesarias y carecen de fundamento.

Los investigadores que estudiaron el calendario de los maya como los dedos de la mano. También tratan de tranquilizar por todos los medios a la ciudadanía en agitación. He aquí lo que dice Galina Yershova, directora del centro de estudio de la historia y cultura maya que lleva el nombre de Knorozov.

—Todas estas discusiones en torno al fin del mundo no es otra cosa que un método más de vaciar los bolsillos de la población ingenua. Esto ni siquiera puede ser llamado teoría, pues una teoría supone cierta investigación científica. Es un nuevo charlatanismo. En el calendario maya no hay pronósticos o predicciones sobre el fin del mundo. Es una losa de piedra con las fechas talladas de calendario, lo más probable relacionadas con el movimiento de la Luna. Pero allí no hay texto alguno, ni una predicción.

En la época de los Media globales, que abundan en pareceres opuestos, no es difícil provocar el pánico. Pero La Voz de Rusia les asevera que no habrá fin del mundo. ¡Créannos!, asegura el medio informativo fuente de este posteo.