Critican en Filipinas ayuda de Estados Unidos por daños a corales

Pescadores filipinos calificaron de insuficiente los 100 mil dólares ofrecidos por Estados Unidos por los daños de un buque de guerra al arrecife coralino del Parque Nacional de Tubbataha, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

"La oferta de Estados Unidos es extremadamente ridícula, un insulto a la inteligencia colectiva de la gente que merece una condena general", afirmó Salvador France, de la asociación Pamalakaya, de acuerdo con medios locales de prensa. La cantidad es considerada insuficiente dado el daño causado por el dragaminas USS Guardian, que encalló el 17 de enero en ese arrecife en el oeste de Filipinas.

Los responsables del Parque Marino de Tubbataha estiman que el navío de la Séptima Flota de la Marina de Estados Unidos dañó unos cuatro mil metros cuadrados de coral, aunque el perjuicio final no se conocerá hasta que se retire al barco del lugar.

El accidente desató numerosas críticas en sectores ecologistas y advertencias de las autoridades del parque por la amenaza de derrame de combustible en aguas de esa barrera de coral, rica en biodiversidad marina a 680 kilómetros al sureste de Manila.

Ante el creciente enojo en el archipiélago, las autoridades filipinas multaron a la Marina de Estados Unidos por el "acceso no autorizado" de su buque a Tubbataha. Según el canal televisivo GMA Network, el navío causó graves daños al arrecife, ubicado en el mar de Joló, entre las islas de Visayas (centro) y Palawan (oeste).

El sitio, protegido por las leyes de Filipinas, está localizado fuera de los límites para la navegación, excepto con vistas a la investigación o el turismo.

Políticos y grupos de activistas nacionales apuntan que la nave violó los términos de un acuerdo de 1999 para fuerzas visitantes que navegan por la zona.

Washington mantiene en Filipinas, sobre todo en localidades como Nueva Ecija y Zamboanga, una Fuerza de Tarea Conjunta en un área de ocho mil millas cuadradas (casi 10 mil kilómetros) de superficie.

Este último programa se aplica tras el reajuste de la cooperación militar entre los dos países, firmado en 2002 y denominado Acuerdo de Apoyo Logístico Mutuo.

Filipinas y Estados Unidos acordaron en 2012 aumentar los barcos, aeronaves y tropas estadounidenses en torno al archipiélago, pese a recientes protestas contra esa presencia militar en la región.