Ecologistas rusos contra la crueldad del adiestramiento de perros de caza.
Ecologia, Noticias 7:16
Pocos saben lo que pasa en los centros de adiestramiento de perros de caza. La mayoría de la población no tiene ni idea de lo que está ocurriendo en estos campos de concentración para animales. El planteamiento es escalofriante: los perros de caza son entrenados con blancos vivos. Animales indefensos como cachorros, perros viejos o enfermos que acaban gravemente heridos o simplemente desgarrados por sus incansables perseguidores. ¿Hay alguna manera de acabar con esta espantosa práctica?
Desde el punto de vista de una persona normal todo está más claro que el agua: el trato al que se someten animales salvajes, principalmente zorros, mapaches, tejones, jabalíes e incluso osos en estos centros de entrenamiento, por llamarlo de alguna forma, es completamente inaceptable. Entra en contradicción con las leyes sobre el trato cruel a los animales y con todas las normas éticas existentes.
Sin embargo, en los últimos años cada vez más dueños desean adiestrar a sus perros de caza, lo que dispara la oferta. Los precios son moderados, así una “clase” de diez minutos de duración le costará al dueño menos de diez euros. Y el perro disfrutará torturando a su víctima, literalmente indefensa: a los zorros y lobos se les arrancan sin anestesia las garras y los colmillos, para que no puedan causar daño alguno a los perros de raza. A menudo en calidad de cebo son usados cachorros de zorro o de mapache, incapaces de ofrecer resistencia alguna.
María Gólubeva, defensora de los derechos de los animales y activista del movimiento People for the Ethical Treatment of Animals en Rusia, cuenta sus impresiones tras la visita a uno de los centros:
–Lo primero que impresiona son las pésimas condiciones de mantenimiento de los animales, jaulas diminutas y frías, mal olor, mugre. Los animales tienen heridas grandes con frecuencia infectadas y se encuentran en un estado de extrema desnutrición. Alguno tiene las orejas medio arrancadas o marcas de dientes en el costado. Casi todos tienen lesiones de diferente grado. Es tan terrible, que entran ganas de llorar de impotencia y rabia al verlos atacados por una jauría de perros. ¿Y sabe qué es lo más horrible? Ocurre a veces que el perro no consigue alcanzar a la víctima. El personal del centro en este caso sale en su ayuda, es decir, sujeta a la víctima mientras que el perro le desgarra el cuello o la panza. Porque es muy importante, como no, que conozca el sabor de la sangre. Luego se le quita al animal, se le cose sus heridas, se le deja reponer un poco y todo empieza de nuevo, hasta que ya no pueda más. Por un extra el dueño puede conseguir que el perro acabe con el animal.
Las actividades de estos centros no están reguladas por la ley. Los ecologistas rusos se aplican a fondo para llamar la atención pública hacia este problema. El mes pasado unas ciento doce mil personas firmaron la petición sobre la prohibición del funcionamiento de este tipo de centros en Rusia. La sociedad exige que sea aprobada la Ley federal “Sobre protección de los animales ante el trato cruel”. La iniciativa es del presentador de televisión Mijaíl Shírvindt. La petición fue presentada a la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso). La recogida de firmas sigue y quien así lo desee puede aportar su grano de arena a la causa, votando en la página www.change.org/ru (STOP cruel animal baiting).
Pero incluso si el proyecto de Ley es aprobado, poco cambiará mientras haya demanda. ¿Cuál es la motivación de los dueños? Si el suyo es un perro de caza no tiene que ser obligatoriamente un perro asesino de débiles, incapaz de enfrentarse a un rival de igual fuerza. Precisamente los dueños fomentan esta actitud cruel. Creen los budistas que esta gente que hoy se siente impune, en su próxima encarnación acabará en el pellejo de las víctimas de sus perros.
Fuente: spanish.ruvr.ru