Tiempo de descuento para el ISON.
Universo 8:09
Los primeros días del próximo diciembre se podrá vislumbrar un espectáculo único. Con un poco de suerte se podrá ver un fenómeno celestial que no sucede cada día: un cometa en el cielo en todo su esplendor. A los habitantes de la Tierra les espera un raro espectáculo, desde el 3 de diciembre, sobre todo en las primeras horas, en el hemisferio norte se podrá ver a simple vista la brillante cola gigantesca del cometa ISON.
Para los científicos es de mayor interés el paso del cometa a través de la corona solar, que tendrá lugar el 28 de noviembre. Esto sucede muy raramente.
El cometa ISON y el Templo de Poseidón en el Cabo de Sunión, Grecia. 23 de noviembre de 2013. Crédito: Konstantinos Spanos
En cierto momento, ISON estará tan sólo a un millón de kilómetros de la superficie del Sol, lo que es ciento cincuenta veces más cerca que la Tierra y 40 veces más cerca que Mercurio. El Sol calentará el núcleo del cometa, que está compuesto de metal y piedra, a 2760 grados Celsius.
Como resultado, como se espera, el cometa se podrá ver incluso durante el día. No se sabe si el cometa sobrevivirá al ‘abrazo’ del Sol. Ello depende de su tamaño: los pequeños cometas 'mueren', pero ISON mide unos 2 kilómetros, lo que lo pone justo en el límite de la supervivencia.
Las opciones
Existen básicamente tres escenarios para su futuro próximo, señala Matthew Knight, astrónomo del Observatorio Lowell del estado de Arizona, quien observa al cometa desde el año pasado. ISON podría repetir el destino del cometa Lovejoy, que rozó nuestra estrella en otoño del año 2011. El tamaño le permitió sobrevivir el encuentro inmediato, pero unos días después de salir de la corona solar Lovejoy se destruyó por los daños causados por la gravedad solar.
El cometa ISON desde Namibia. 21 de noviembre de 2013. Crédito: Gerald Rhemann
Otra opción puede ser que ISON sea como el cometa Encke, que ha regresado a 'besar' al Sol unas 70 veces después de ser descubierto en 1786.
El cometa ISON y el monte Fuji desde Yamanasi, Japón. 22 de noviembre de 2013. Crédito: Kagaya
Existe también otra opción que aspiran ver los astrónomos, sostiene Knight. Es lo que le sucedió al cometa Ikeya-Seki en 1965. La subida de la temperatura incendió los gases de su núcleo y pocos días después de salir de la corona solar Ikeya-Seki desarrolló una enorme cola cuya belleza pudieron contemplar millones de personas en la Tierra. Así pues, después de pasar el perihelio el 28 de noviembre, cuando solo los observatorios solares lo podrán ver, en diciembre ISON podría deleitarnos con todo un espectáculo en el cielo nocturno.
El cometa ISON desde Breil-sur-Roya, Francia. 22 de noviembre de 2013. Crédito: Vincent Jacques
Fuente: Spaceweather, RCA, Telecinco.



