Restauran barca solar egipcia de 4500 años de antiguedad
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Los egiptólogos comenzaron el lunes a restaurar una barca de madera de 4.500 años de antigüedad hallada cerca de las pirámides de Egipto.
El navío es uno de dos que fueron enterrados junto al cuerpo del faraón Khufu (o Keops en griego), dijeron portavoces de un equipo conjunto de científicos egipcios y japoneses. Se piensa que los antiguos egipcios creían que los barcos tenían la misión de llevar a los faraones a la vida después de la muerte.
Se piensa que Khufu construyó la gran pirámide de Giza, la más grande de todas. Khufu, hijo de Snefru, fue el segundo gobernante de la IV Dinastía alrededor de 2680 a.C. y gobernó Egipto durante 23 años.
Ambas barcas, construidas con cedro del Líbano y árboles egipcios de acacia, fueron descubiertas en 1954. Una de ellas está en exhibición en un museo cerca de las pirámides.
El segundo barco, que está siendo restaurado, permaneció enterrado. Se cree es más pequeño que su navío hermano, de unos 43 metros (140 pies) de eslora.
Mustafá Amin, director del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, informó que los egiptólogos comenzaron el lunes a tomar muestras de la madera para la restauración.
"El barco fue encontrado completo, intacto y en su lugar", dijo. Ahora el objetivo es tomar muestras de la madera.
La fosa localizada en 1954 pero que no fue estudiada hasta 1987. A partir de aquel año el equipo asiático investigó el perímetro a través de ondas electromagnéticas y hallo el vacío horadado en la tierra que unos meses después un equipo del National Geographic logró penetrar con una minúscula cámara. Sin embargo, el proyecto definitivo solo se inició en 2008.
La primera barca solar, exhibida en un museo cercano. | F. Carrión |
En junio del año pasado, un equipo de científicos levantó la primera de 41 losas de piedra caliza, cada una con unas 16 toneladas de peso (17,6 toneladas en el sistema inglés), para permitir el acceso al foso donde fue enterrada la barca antigua, dijo Sakuji Yoshimura, profesor de la Universidad Waseda de Japón.
En esa época, los expertos dijeron que la restauración probablemente tomaría unos cuatro años y que, al ser completada, el navío sería exhibido en el Museo de Barcas Solares cerca de las pirámides, que atrae a millones de turistas y con ello ayudaría a impulsar uno de los sectores económicos más importantes de Egipto.
En un principio el equipo pensó que la barca estaría más segura bajo tierra que expuesta a la contaminación atmosférica, pero la evidencia mostró que la contaminación, el agua y los insectos habían invadido la cámara donde estaba.
Una subvención de 10 millones de dólares de la Universidad Waseda ha ayudado a preparar el proceso de excavación.
Una cura de cinco años
Según el profesor de Waseda y director de la misión, Sakuji Yoshimura, durante los dos próximos años los listones de madera serán analizados y restaurados y se necesitarán otros tres para recomponer el fascinante esqueleto de una de las cinco naos que acompañaron la vida de ultratumba del rey Jufu, bautizado como Keops por el griego Herotodo y descrito como un cruel tirano que sojuzgó a su familia y su pueblo para erigir una de las siete maravillas del mundo antiguo.
La suerte de las barcas solares ha sido dispar. La primera estaba formada por 651 piezas que el arqueólogo egipcio Kamal el Mallaj tardó en ensamblar 13 años. Mide 43,4 metros de eslora, 5,6 metros de manga y 1,5 metros de calado. Está construida con madera de cedro originario del Líbano y las tablas del casco están unidas por cuerdas.
A juicio de Amin, la segunda embarcación es de menor tamaño y su montaje requerirá menos tiempo "por las nuevas técnicas y la experiencia anterior". "Otras dos fueron robadas y la quinta aún no ha sido desenterrada", precisó
Los enigmas de su principio y fin
Recomponer las piezas también podría arrojar luz sobre la utilidad de estos barcos. La teoría del destronado ministro de Antigüedades Zahi Hawas es que no se trata de "un bote funerario usado para trasladar el cuerpo del faraón desde la capital hasta su enterramiento", sino un símbolo en honor al dios solar Ra.
Con las dos naves encontradas, el difunto rey navegaría durante el día (una barca denominada 'mandyet') y al caer la noche ('mesketet'). Por su parte, Amin consideró que podría haber sido usado durante la vida terrenal de Keops o como un símbolo de poder y ostentación: "Igual hoy que un monarca posee cinco coches o yates".
Su origen es, de momento, tan misterioso como su destino. Inicialmente se había proyectado exhibirlo en el Gran Museo Egipcio de El Cairo, un proyecto faraónico que se levanta en las proximidades de las pirámides de Giza y cuya inauguración está prevista para 2015. Pero Amin barrunta otra alternativa: "Dejarlo aquí, en su lugar original".
Fuentes: LaPrensaoem.com.mx, El Mundo.com