El picudo rojo de las palmeras
Ecologia, Europa 11:10
Lucha contra el Picudo Rojo de las Palmeras
El picudo rojo es un insecto que vive a costa de las palmeras canaria y datilera principalmente. Vive y se alimenta en el interior de las bases de las hojas y en el interior del tronco.
En una palmera el picudo se puede encontrar bajo cuatro formas diferentes: huevo, larva, pupa (capullo) y adulto. El picudo necesita de tres a cuatro meses para completar el ciclo de huevo a adulto, por lo que se pueden esperar al menos tres generaciones anuales.
En cualquier época del año se pueden encontrar en la misma todas las formas descritas del insecto. Los daños producidos por tan elevada población son tan graves que acaban con la vida de la palmera hospedante.
Las larvas permanecen siempre dentro de la palmera en la que se están alimentando, mientras que los adultos son los encargados de la multiplicación reproductiva y la colonización de nuevos ejemplares pues tienen capacidad de mantener vuelos sostenidos de varios Km. (entre 4-5 Km.).
Una palmera puede estar infestada por el picudo rojo y no mostrar ningún síntoma que lo manifieste durante varios meses. Los daños sufridos por los ejemplares infestados son producidos por las larvas de picudo al alimentarse en el interior de la palmera. Si el ataque se produce por el ápice de la palmera ésta pierde la flecha de hojas jóvenes, que al tirar se desprenden con facilidad, y la palmera muere rápidamente. Éste último caso se da muy especialmente en la palmera canaria.
Si las larvas se encuentran comiendo en la zona alta del tronco, las hojas jóvenes al crecer y salir al exterior muestran trozos de foliolos y de raquis comidos. Las hojas o y los hijuelos se pueden desprender fácilmente cuando las larvas se desarrollan en ellos, observándose en estos casos con facilidad las galerías realizadas por las larvas y encontrar capullos, adultos y restos de fibra apelmazada.
Otros posibles síntomas:
En una palmera el picudo se puede encontrar bajo cuatro formas diferentes: huevo, larva, pupa (capullo) y adulto. El picudo necesita de tres a cuatro meses para completar el ciclo de huevo a adulto, por lo que se pueden esperar al menos tres generaciones anuales.
En cualquier época del año se pueden encontrar en la misma todas las formas descritas del insecto. Los daños producidos por tan elevada población son tan graves que acaban con la vida de la palmera hospedante.
Las larvas permanecen siempre dentro de la palmera en la que se están alimentando, mientras que los adultos son los encargados de la multiplicación reproductiva y la colonización de nuevos ejemplares pues tienen capacidad de mantener vuelos sostenidos de varios Km. (entre 4-5 Km.).
Una palmera puede estar infestada por el picudo rojo y no mostrar ningún síntoma que lo manifieste durante varios meses. Los daños sufridos por los ejemplares infestados son producidos por las larvas de picudo al alimentarse en el interior de la palmera. Si el ataque se produce por el ápice de la palmera ésta pierde la flecha de hojas jóvenes, que al tirar se desprenden con facilidad, y la palmera muere rápidamente. Éste último caso se da muy especialmente en la palmera canaria.
Si las larvas se encuentran comiendo en la zona alta del tronco, las hojas jóvenes al crecer y salir al exterior muestran trozos de foliolos y de raquis comidos. Las hojas o y los hijuelos se pueden desprender fácilmente cuando las larvas se desarrollan en ellos, observándose en estos casos con facilidad las galerías realizadas por las larvas y encontrar capullos, adultos y restos de fibra apelmazada.
Otros posibles síntomas:
- coloración pajiza o aspecto anómalo de las hojas centrales
- presencia de foliolos cortados como con tijera
- hojas externas caídas, señal de desgarro en la inserción con el tronco
- orificios con un exudado viscoso de color rojizo y olor fuerte
- aspecto aplomado general de la corona de las hojas
- presencia de masas fibrosas, adultos o larvas de picudo
- galerías de 1-2 cm. en las axilas y cortes de poda
La primera recomendación es realizar una vigilancia estrecha de los ejemplares en busca de los signos descritos. Si se encuentra alguna palmera dudosa se debe comunicar a la Administración (Ayuntamiento, Junta, Consellería, Generalitat, etc.…) para que sus técnicos determinen si están infestadas por picudo, en cuyo caso se debe proceder a su destrucción.
La segunda recomendación importante es tratar inmediatamente todas las palmeras de alrededor del ejemplar infestado y disponer una red de trampeo en el foco constituido por trampas especiales con feromonas de agregación y atrayentes alimenticios a fin de permitir la captura de los insectos adultos y constatar la entrada de los mismos en la zona.
En cuanto al tratamiento individual de cada palmera se ha demostrado a través de diferentes trabajos de investigación que el método que ofrece más garantías de éxito hasta la fecha es el consistente en combinar las pulverizaciones foliares con insecticidas microencapsulados con la aplicación de inyecciones insecticidas al tronco.
De los sistemas de inyección conocidos el único que ha mostrado viabilidad en la introducción y distribución adecuadas del producto por el sistema vascular de la palmera, así como eficacia contra esta plaga ha sido el “sistema de inyección a baja presión”.
Tratamientos recomendados
1.- Aplicaciones foliares: realizar tratamientos insecticidas cada mes y medio como máximo entre aplicación y aplicación, desde principios de Marzo hasta finales de Noviembre, alternando las materias activas. Microencapsulados: (PUXIS a dosis del 0,6% + IPM 400 a dosis del 0,15% alternando con PROVADO JARDIN al 0,2 / 0,25 % + IPM 400 a 0,15%) aplicados con aceite parafínico para mejorar la adherencia ( ULTRAFINE al 0,5 % ó NUFILMAL 0,1 %).
2.- Aplicaciones por inyección: hasta ahora los insecticidas inyectados que mayores porcentajes de eficacia han presentado han sido el Carbaril y el Imidacloprid. En el caso del tratamiento con inyecciones se recomienda realizar uno durante la Primavera y otro durante el Otoño. Cada uno de estos tratamientos consiste en dos aplicaciones idénticas en número de inyecciones, separadas en tiempo una de otra unos 20- 30 días.
Se recomienda que la aplicación de las inyecciones se realice a unos 1-1,5 metros por debajo de la corona de hojas en palmeras de gran altura o en la base de las mismas si su altura es inferior a los 2-2,5 metros. Cuando se hayan terminado la serie de inyecciones, es importante retirar los inyectores y aplicar en las perforaciones algún sellante, cicatrizante, silicona o mastic, para evitar que los agujeros perforados se conviertan en nuevos focos de infección.
Fuentes: Cultura agraria, Navarromontes.com