Toxoplasmosis está matando ballenas del Ártico.

Por primera vez científicos descubrieron en las ballenas Beluga del Ártico un forma mortal de infección del parásito Toxoplasma gondhi, por lo que dieron aviso a las comunidades Inuit que suelen alimentarse de este mamífero.

El equipo liderado por el profesor Michael Grig de la Universidad de Columbia Británica encontró también que una nueva cepa de otro parásito mató en 2012 a más de 400 focas en el Atlántico Norte.

“La toxoplasmosis es considerada como una causa principal de muerte atribuida a enfermedades transmitidas por alimentos”, indica el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Su contagio es a través de los alimentos crudos o mal cocinados, como también el agua contaminada con heces de gato infectado, y la falta de higiene en la cocina.

El gran deshielo que está ocurriendo en el Ártico está permitiendo cómo nunca antes, un movimiento de patógenos entre el Ártico y las latitudes más bajas, señaló Grig y Stephen Raverty de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la UBC en la Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), informó la UBC el 13 de febrero.

"El hielo es una de las principales eco- barrera para los agentes patógenos”, dijo Michael Grigg, quien es además un parasitólogo molecular con los Institutos Nacionales de Salud, de EE.UU.

"Lo que estamos viendo con el gran deshielo es una liberación de patógenos accediendo a nuevos anfitriones vulnerables y causando estragos”, dijo Grigg.

Los investigadores alertaron a las poblaciones habituadas al consumo de mamíferos del Ártico, sobre todo en la manipulación de estos.

"Las Belugas no sólo son una parte integral de la cultura Inuit y el folclore, sino que también son un importante alimento básico de la dieta tradicional. Los cazadores y los miembros de la comunidad están muy preocupados por su seguridad y la seguridad alimentaria", dijo Raverty, un patólogo veterinario que también trabaja para el Ministerio de Agricultura y el Centro de Salud Animal. Raverty lleva registros de estos animales por 14 años.

En la conferencia el los investigadores recordaron que la toxoplasmosis, también conocida como enfermedad de la arena para gatos, “es la principal causa de ceguera infecciosa en humanos y puede ser fatal para los fetos y de las personas y los animales con sistemas inmunes comprometidos”.

Normalmente el parásito de la toxoplasma se transmite a través del consumo de carne mal cocida o agua que ha entrado en contacto con suelo contaminado con heces de gato.

Se conoce que cuatro de 30 mujeres expuestas al toxoplasma durante el embarazo, en 1987, en Quebec, dieron como resultado hijos con la infección congénita, expusieron los científicos como un ejemplo.

El hábito de comer carne de foca seca en Quebec es lo que aumentó la tasa de incidencia en la región. En el caso de los Inuit, la elaboración y cocción tradicional mata al toxoplasma, por lo que el riesgo se queda en las embarazadas en relación a la higiene durante la elaboración o al comer carne cruda, ya que la inmunidad natural en personas adultas sanas puede eliminar este agente.

Respecto a la nueva cepa culpable de la muerte masiva de la foca gris en 2012 fue nombrada Sarcocystis pinnipedi en la reunión.

“Si bien no es perjudicial para los seres humanos, el parásito del Ártico ahora mató a un león marino de Steller, que está en peligro de extinción, y atacó a las focas monje hawaianas, los pinnípedos, las morsas, osos polares y pardos en Alaska y tan al sur como British Columbia.

Los observadores están registrando cómo las focas, morsas y osos polares, que dependen del hielo marino estacional para sus hábitats, ahora deben adaptarse a la pérdida repentina de hielo y enfrentar nuevos problemas para su salud.

En el caso de las especies migratorias como las ballenas, el equipo de Grig y Raverty indicó que con el cambio climático “parecen estar encontrando nuevas presas, alterando el tiempo de migración al trasladarse a nuevos hábitats”.

Fuente: La gran época