La llegada de un fuerte fenómeno natural paralizó Canadá

Una nueva tormenta invernal paralizó desde ayer las provincias del atlántico canadiense con intensas ventiscas, grandes acumulados de nieve, marejadas peligrosas y bajas temperaturas.

La llegada del fenómeno natural obligó a Nueva Escocia, Nuevo Brunswick, Terranova y Labrador e Isla del Príncipe Eduardo a suspender la docencia en todos los centros educativos y las labores en las oficinas gubernamentales, así como activar los servicios de emergencia.

Las autoridades de todos esos territorios pidieron a los ciudadanos evitar salir a las calles innecesariamente mientras persista el temporal, adoptaron restricciones de velocidad en las vías públicas, cancelaron numerosos vuelos e interrumpieron la circulación del transporte público terrestre y marítimo.

Además, exhortaron a la población a adquirir suficientes alimentos, combustibles y otros suministros básicos, tomar las previsiones pertinentes para evitar pérdidas humanas y materiales, porque la situación podría complicarse durante los próximos días.

En algunas regiones hubo ráfagas de viento de hasta 180 kilómetros por hora y la consecuente elevación del nivel del mar durante todo el miércoles.

"Definitivamente estamos ante una de las tormentas más potentes que impacta la costa atlántica en esta época del año", dijo el meteorólogo Jean-Marc Couturier, del centro Environment Canada, al insistir en que el sistema será más dañino por los vientos y el oleaje intensos.

Desde principios de este año, Canadá y el vecino Estados Unidos sufrieron el embate de dos vórtices polares y frecuentes frentes árticos que dejaron un récord histórico de temperaturas inferiores a los 50 grados centígrados bajo cero.

Esos eventos meteorológicos también causaron al menos 100 muertos, numerosos lesionados por accidentes de tráfico, afectados por hipotermia e intoxicados con monóxido de carbono en ambos países norteamericanos.

Fuente: PL